La diabetes y el tabaquismo
Dejar de fumar reducirá los riesgos de desarrollar diabetes y mejorará sus posibilidades de una vida larga y saludable si ya tiene diabetes. Aprende más.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad que se produce cuando el cuerpo no puede producir o utilizar una hormona llamada “insulina”. El páncreas produce la insulina. Es lo que permite que las células conviertan la glucosa (azúcar) de la comida que ingiere en energía. Hay dos tipos de diabetes. La de tipo 1 es aquella que se produce cuando el cuerpo no genera insulina. La de tipo 2 (a menudo se conoce como “de aparición en la edad adulta”) se produce cuando el cuerpo no puede utilizar la insulina que genera tan bien como debería.
Las personas con diabetes tienen niveles de glucosa más altos porque la glucosa (azúcar) de las comidas que consumen no puede convertirse en energía. Con el tiempo, la hiperglucemia (azúcar en la sangre) puede dañar los órganos, como el riñón, el corazón, los vasos sanguíneos y los ojos. Este daño puede hacer que funcionen mal o que fallen.
En Estados Unidos, 29 millones de personas tienen diabetes, es decir, el 9.3 % de la población.
¿Fumar me hace más propenso a padecer diabetes?
Sí, fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes. Fumar puede cambiar la forma en que el cuerpo procesa y regula el azúcar de la comida que usted come. También puede dificultar el control de sus niveles de azúcar en la sangre si ya tiene diabetes. Si fuma, tiene un 30-40 % más de probabilidades de padecer diabetes que alguien que nunca ha fumado.
Y cuanto más fume, mayor será su probabilidad de padecer diabetes. Una vez que deja el tabaco, su riesgo de padecer diabetes disminuye. Cuanto más tiempo lleve sin consumir tabaco, menos probabilidades tendrá de ser diabético.
¿Cómo me afecta el tabaco si ya tengo diabetes?
Si tiene diabetes, fumar aumenta sus probabilidades de morir por cualquier causa en comparación con las de una persona no fumadora. También aumenta el riesgo de dañar sus órganos y la probabilidad de tener un infarto o una apoplejía.
- Fumar puede duplicar su riesgo de sufrir daños en los riñones comparado con el de una persona no fumadora, si usted tiene diabetes. Ese riesgo disminuye cuanto más tiempo pase sin fumar.
- Fumar aumenta el riesgo de padecer una enfermedad ocular diabética (llamada “retinopatía diabética”). Fumar reduce la circulación sanguínea. Cuando esto ocurre en la retina, las células de percepción de la luz del ojo se dañan, lo que causa ceguera.
- Tanto la diabetes como el tabaquismo aumentan las probabilidades de padecer cáncer de páncreas. Este cáncer es mortal en el 95 % de los casos. Si tiene diabetes y fuma, su riesgo de padecer cáncer de páncreas es aún mayor que si solo fumara o fuera diabético no fumador.
- La diabetes y el consumo de cigarrillos son los principales factores de riesgo de infarto y apoplejía. Si usted es diabético y fuma, sus probabilidades de sufrir un infarto o una apoplejía son mayores que si solo fumara o fuera diabético no fumador. Dejar de fumar y controlar su diabetes es sumamente importante para reducir sus probabilidades de sufrir un infarto o una apoplejía.
Fumo para mantener mi peso bajo. ¿No es eso bueno para la diabetes?
Es cierto que mantener un peso bajo es beneficioso. Pero los riesgos de fumar suelen superar cualquier beneficio que usted pudiera obtener por controlar su peso.
Sí, los fumadores tienden a pesar menos que las personas que no fuman. Algunos fumadores necesitan menos calorías para sentirse satisfechos con la comida. Controlar el peso es una parte importante del control de la diabetes. Y comer menos puede reducir su necesidad de recibir insulina.
Sin embargo, fumar dificulta el control de los niveles de azúcar en la sangre. Esto hace que sea más probable que tenga complicaciones asociadas a su diabetes.
Los riesgos de daños en los órganos por el tabaquismo y la diabetes se acumulan. Así que, a largo plazo, tendrá más probabilidades de padecer una enfermedad del corazón, de los riñones y de la retina que si no fumara.
¿Cómo afectará el abandono del tabaco a mi diabetes?
Cuando deja de fumar, el hígado ralentiza los procesos que utiliza para quitar del cuerpo las hormonas (como la insulina) y los medicamentos usados para tratar la diabetes. Si la cantidad de insulina o de medicamentos para la diabetes aumenta, el nivel de azúcar en la sangre disminuye.
Si tiene diabetes y deja de fumar, es posible que tenga que medir su nivel de azúcar en la sangre con más frecuencia por un tiempo para evitar el peligro de tener un nivel demasiado bajo. Una vez que sus niveles de azúcar en la sangre se estabilicen, podrá volver a las pruebas habituales.
Si tiene alguna pregunta o preocupación, hable con su proveedor de atención médica sobre la mejor manera de dejar de fumar y controlar la diabetes.
No hay ningún problema con el uso de la mayoría de los medicamentos para dejar el tabaco si tiene diabetes (terapia de reemplazo de nicotina o bupropion). Como la diabetes puede reducir la función de los riñones, debe hablar con su médico si quiere usar varenicline para dejar de fumar. Reciba más información sobre medicamentos para dejar el tabaco.
Conclusión
Fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes y aumenta el riesgo de sufrir daños en los órganos a causa de esta enfermedad. Dejar el tabaco reducirá estos riesgos y mejorará sus probabilidades de tener una vida larga y saludable.
Otras personas de la Comunidad EX han dejado de fumar al mismo tiempo que controlaban su diabetes. Conéctese con ellas para conocer su perspectiva.